Una cultura de mentiras / Entre cristianismo y islamismo

El profesor israelí David Bukai de la universidad de Haifa se ve atacado estos días por haber dicho que la cultura árabe es una cultura de mentiras, y que los árabes no ven a la mentira como algo negativo. Asimismo afirma este profesor que la cultura árabe-musulmana no se autocrítica sobre su relación con los no-musulmanes.
No son afirmaciones muy originales, pero cabe sobre todo preguntar que quieren decir estas afirmaciones. Igual se podría decir que la cultura europea es una cultura de genocidio, y que los cristianos viven en la mentira y están convencido de que la mentira es verdad al afirmar desde que nacen que un hombre puede nacer de una virgen.
Pero qué es la mentira y qué es la verdad, y sobre todo qué quiere decir mentir en un dialogo entre dos seres. El dialogo crea la mentira de inmediato, el hablante va a definir sus frases, y sobre todo las palabras que no va a decir, según su interlocutor. En cualquier interacción entre dos seres la mentira se impone. Yo no conozco a nadie que me diga la verdad, sólo la verdad y toda la verdad. Sería algo insoportable y las relaciones entre dos personas imposibles.
Un ejemplo que todos conocemos es cuando uno pregunta “Como estas” y la respuesta es algo descriptivo: “Me duele la cabeza y las hemorroides no me dejaron dormir toda la noche”, los seres que dan esta clase de respuestas se quedan muy rápidamente sin amigos.
Todo el arte de la política occidental esta basado en la forma de no decir la verdad, pero cuando un ministro sirio dijo de un dirigente árabe que era “un perro y que se echaba con putas”, todos concluyeron que lo que hacia era algo primitivo y grosero. No creo que nadie se dijo, “por fin un político que dice lo que piensa de verdad.”
La verdad es que estas discusiones de culturas, entre el islam y el cristianismo (cuando los judíos están en el medio, estos días del lado cristiano) me recuerda la frase del capitán ruso en la pelicula de Woody Allen que convence a sus soldados de que vayan a la guerra porque sino tendrán que comer comida francesa y eso es algo asqueroso.
En las discusiones en contra del Islam se censura a la cultura musulmán de falta de autocrítica, como si eso fuese el mayor un parámetro por encima de todo. La cultura europea con toda su autocrítica ha sido mucho mas genocida en los últimos años que el Islam, desde la conquista de América hasta la creación de la bomba atómica. Se puede decir que los musulmanes nunca hicieron nada científico y reciben pocos premios Nóbel, pero de qué pueden servir tantos premios de ciencia y tanto adelanto tecnológico si al final se acaba en genocidios.

Un eje común une a las dos grandes culturas nacidas de la idea monoteísta, y es que las dos creen básicamente que el mundo tiene que tener una unidad total para llegar a su salvación. El Islam cree que lo más importante es que todos sean musulmanes, por lo tanto el otro es sólo una persona en camino del Islam, mientras no se convierte es solo una persona en transito. Lo mismo lo piensa el cristiano, y todos los ismos que se han derivado de la cultura cristiana (que sería un termino mas adecuado a lo que se llama cultura occidental), el comunismo y el nazismo creen que todo el mundo tiene que pensar como ellos, y hoy en día el capitalismo no es más que una cruzada, que se convierte en una farsa.
Se preguntará, ¿y el judaísmo? Pues justamente no, el judaísmo se limita a un territorio definido y a un pueblo. No cree en la exterminación de otras religiones o del paganismo. Pero si cree en el monoteísmo en un territorio definido. Hoy en día Israel se cree una rama de occidente y por lo tanto cree que debe inculcar esta idea en el mundo árabe.

La autocrítica de la cultura cristiana siempre a llevado más bien a calmar la conciencia de los cristianos que a un verdadero cambio básico en su forma de pensar, se convierte muy rápidamente en una critica fervorosa del otro que no sabe autocriticarse como el individuo adelantado y moderno que es el cristiano, y finalmente hay que domarlo y si eso no sirve, hay que exterminarlo.

Mientras Cervantes escribía el Quijote ya empezaba el gran exterminio de decenas de millones de indios en América, y mientras Beethoven componía su novena los aztecas desaprecian del mundo, mientras se escribían las grandes obras de la literatura europea crecía el nazismo, así que cultura y destrucción son dos entidades que se llevan mano a mano en el mundo cristiano.




P.S.

Este articulo fue un pedido de un periodico español en el 2005 , que no lo publicó, así que se publica aquí por primera vez.